San Martín de los Andes
> La ciudad está desbordada. La gran cantidad
de turistas que visitan la ciudad, sumado al Quinto Festival Estival
de Teatro, generan que las calles vivan una auténtica revolución.
Para mandar un correo electrónico, hay cola. Y ni que hablar
para presenciar una de las obras de Teatro que se presentan en el
marco del Festival de Teatro, la cuestión es compleja. La
gente llegó desde muy temprano ayer para conseguir un lugar
privilegiado para las tres obras que se presentaron en la noche
de ayer.
Pocos minutos después de las 20.30 horas, comenzó
la obra «La Bohemia», en Centro de Iniciación
Artística, la cual se exhibió exclusivamente para
periodistas y el resto de los elencos participantes.
Luego llegó el turno para «La Moribunda», la
obra de la Compañía Acorralados que se llevó
a cabo en el Teatro Amankay. Finalmente, al cierre de esta edición
estaba previsto el inicio de «Silvit rompió bolsa»,
de la Compañía La Máscara, en el Teatro San
José.
Boom
Una misión auténticamente imposible es no enterarse
de que en esta ciudad se lleva a cabo un Festival de Teatro. Los
locales comerciales exhiben con orgullo el afiche.
Pero no se termina allí la publicidad. Es que la solidaridad
de todos los habitantes generó una especie de cadena publicitaria,
en la que cada uno parece ser el portavoz de este Festival que con
tanto éxito organiza año tras año la compañía
de teatro Humo Negro.
Precisamente, los realizadores destacan la importancia del evento,
teniendo en cuenta la posibilidad que tiene esta ciudad Patagónica
de disfrutar obras de gran nivel nacional.
«No sólo nos interesa que se presenten las obras sino
que resulta fundamental la interrelación entre los actores,
productores y directores. Hay un espacio de charla, de intercambio
de experiencias. Cada uno conoce cómo trabaja el otro. Y
esto es lo que se da en este tipo de encuentros, que no suele darse.
Además, esto prestigia a la ciudad», finalizó
Diego Píterman.
Talleres
Más allá de las obras, resultó sumamente atractivo
para el público los Talleres y las Charlas que se están
brindando.
El actor y director Paco Giménez (bajo el título de
«Zumo Dramático»), la compañía
Circo Arena (con Talleres de Composición, Acrobacia y Acrobacia
Combinada y Taller de danza) son los talleres que comenzaron junto
con el Festival y que cerrarán hoy.
Finalmente, hoy se darán las últimas charlas. Esta
vez, participarán, bajo la coordinación de Marta Taborda,
la compañía Acorralados (General Roca), La Máscara
(Rafaela, Santa Fe) y La Bohemia (Ciudad de Buenos Aires.
El público, presente
En la Plaza San Martín, mientras el sol iluminaba el ambiente
el viernes por la tarde, un mundo de gente llegó muy temprano
para encontrar una buena ubicación para ver la obra «La
Ronda».
El catálogo aseveraba: «Una fiesta del circo rioplatense».
Así fue. Se conjugaron la sensualidad del tango, la fuerza
de la murga, la pasión del candombe y la alegría del
mambo.
La obra Ronda fue una de las seleccionadas para esta quinta edición
del Festival Estival de Teatro de San Martìn de los Andes.
La obra, estrenada en España en 2002, lleva siete giras por
el extranjero, donde participaron en más de diez festivales.
En Buenos Aires, fue convocado por el Centro Cultural General San
Martín. Adaptando el espectáculo para sala, Ronda
realizó una exitosa temporada durante los meses de enero
y febrero de 2003, con un total de cuarenta funciones.
Beber Sal
La obra pertenece al gupo Humo Negro de San Martín de los
Andes, fue escrita por tres de los integrantes: Jorgelina Balsa,
Daniel Miglioli y Sandra
Monteagudo.
En tanto, está dirigida por Fernando Aragón.
La obra es el resultado de un proceso de Dramaturgia Actoral, escrita
desde experiencias personales de los autores, recreando un tour
metafísico.
Por momentos surrealista de las cosas eternas que rodean al hombre:
la muerte, los miedos, la verdad, el exitismo,
La sala estaba llena, lo cual se ha convertido en una constante
desde el Jueves, que fue el día que comenzó el Festival.
La obra fue seleccionada para representar a la Región Patagónica
en la Fiesta Nacional de Teatro del año 2004.
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