Buenos Aires >
La interventora del PAMI, Graciela Ocaña, denunció
ayer que existe un «núcleo muy duro de corrupción»
dentro de la mayor obra social de jubilados, a la vez que ratificó
que trabajará para eliminar esos focos, para terminar con
el viejo Instituto que «no daba servicios y que sólo
servía para que algunos se llenaran sus bolsillos».
Asimismo, la diputada del ARI adelantó que desde su gestión
al frente del PAMI «ya estamos elaborando un plan para normalizar
a fondo» el organismo.
Ocaña -a solo 16 días de su asunción al frente
del PAMI-, reveló no sentirse «presionada» por
ningún sector dentro del organismo: «A mí nadie
me presiona y yo no me siento presionada por nadie. No sé
si alguno lo habrá intentado, pero yo no sentí eso»,
subrayó.
Además, la funcionaria confirmó que en «15 ó
20 días» tendrá terminado un «anteproyecto»
que contendrá pautas vinculadas al plan de normalización
de la obra social de los jubilados que -antes del 30 de mayo- las
autoridades del Instituto deberán elevar al gobierno de Néstor
Kirchner.
«Antes del 30 de marzo -explicó Ocaña- tenemos
la obligación de presentar al Poder Ejecutivo un proyecto
de ley a fin de llevar adelante la normalización y las modificaciones
que deben hacerse».
Al excusarse de abundar en mayores detalles sobre esta cuestión,
señaló que «estamos trabajando en ciertos borradores
que, básicamente, contemplan la libre elección de
todos los afiliados del PAMI para que haya una verdadera participación
en la selección del futuro directorio».
Ante una pregunta sobre las permanentes denuncias sobre presuntas
«mafias» existentes en la obra social de jubilados y
pensionados, la funcionaria reconoció que «hay un núcleo
todavía muy duro de corrupción dentro del Instituto».
Sin embargo, fue categórica al ratificar su propósito
de combatir todo tipo de irregularidades: «Estoy trabajando
para darle transparencia, eficacia y servicios al PAMI y, fundamentalmente,
para eliminar esos focos de corrupción».
No obstante, Ocaña dejó en claro que en el PAMI «también
existe una gran cantidad de trabajadores y de personal que está
dispuesta a llevar adelante eso que yo llamo la ‘causa nacional’
que es terminar con ese viejo PAMI que no daba servicios y que sólo
servía para que algunos se llenaran sus bolsillos».
Finalmente, la interventora del PAMI insistió en destacar
que entre las «muchas cosas que falta por hacer en el PAMI»
resta el «establecimiento del pliego de licitaciones, -que
den por término a la intermediación-, ese modelo de
saqueo en la obra social».
Respaldo a su gestión
Buenos
Aires > La titular del PAMI Graciela Ocaña, recibió
ayer el apoyo de los directivos de clínicas, sanatorios y
hospitales de capital nacional en su «esfuerzo por transparentar
y hacer más eficiente el organismo», quienes también
respaldaron la política del Gobierno nacional de avanzar
en la reingeniería de la salud pública.
Las prestadoras -integradas en la asociación Argentina Salud
Comunidad- conforman la red de atención en todo el país,
por lo que se manifestaron a favor de avanzar hacia una «reingeniería
institucional del sector salud».
«Esa reingeniería permitirá restablecer, como
un país serio, el acceso pleno de la población a la
salud», sostuvieron las entidades en el comunicado, en el
que se elogió «las señales que va dando el gobierno,
como el plan de medicamentos».
Confianza
Al respecto destacaron el compromiso de la funcionaria en «transparentar
el organismo haciéndolo cada día más eficiente»,
por lo que las prestadoras expresaron su «confianza»
en la flamante funcionaria.
A través de un comunicado de prensa, los representantes de
clínicas, sanatorios, hospitales, aseguradoras y mutuales,
entre otras pequeñas y medianas empresas, resaltaron que
«la red de prestadores, que emplea a 800 mil personas, está
al servicio de toda iniciativa pública que garantice la atención
de la población».
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