Neuquén >
La defensora oficial Marta Firtuoso se constituyó el lunes
pasado en la cárcel provincial U11 y reclamó a las
autoridades que se dispogan las reparaciones necesarias para que
nuevamente funcione el teléfono público con que cuentan
los presos del pabellón dos. El aparato es de vital importancia
para los procesados y condenados, quienes lo utilizan para comunicarse
con sus familiares y con sus defensores oficiales.
La funcionaria reclamó también la reposición
de un televisor que resultó dañado en el momento en
que los 19 presos se amotinaron, en la tarde del sábado pasado.
Sin actividad
Los internos del pabellón dos no trabajan durante todo el
día, no cuentan con algún lugar en condiciones para
realizar alguna actividad deportiva y solamente caminan durante
más de doce horas en un patio, contando los días,
las horas y los minutos hasta que llega el momento de la visita.
El resto del día permanecen encerrados en sus celdas, fue
el informe de la defensora.
El motín se produjo en el horario de visitas y provocó
una situación «sumamente difícil», más
aún cuando los presos, muchos de ellos con pesados antecedentes,
se atrincheraron con sus familiares.
Pudo saberse que en el momento de mayor tensión Firtuoso
pidió un listado de los individuos que se encontraban en
el lugar y se reunió con los internos. Fue así que
el conflicto fue desactivado, previó acordar con los responsables
de la cárcel que no se produciría represión
alguna y tampoco se le agregaría a los presos una nueva causa
penal.
Tras la calma, se informó que la totalidad de los detenidos
fueron revisados por la doctora Mónica Castañón,
para constatar si alguno presentaba lesiones.
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