Buenos Aires > La diputada del ARI Graciela
Ocaña asumió anoche al frente de la obra social de
los jubilados y pensionados (Pami), con la promesa de que «con
transparencia y capacidad de gestión rápidamente va
a quedar atrás la historia negra de la corrupción»
en la entidad.
En un acto que se desarrolló en Casa de Gobierno y en un
claro mensaje a su partido, el ARI, que cuestionó su acercamiento
al gobierno de Néstor Kirchner, Ocaña aseguró
que su decisión de aceptar el nombramiento no se tomó
«en contra de nadie, sino a favor de los abuelos».
«Estamos ante un Presidente que ha vuelto a poner la política
y al Estado en función de la sociedad», sostuvo Ocaña
al ser puesta en funciones.
A su turno, el presidente Kirchner juró por sus hijos que
la oferta del cargo a la legisladora no atendió a «ninguna»
especulación política, en referencia a la hipótesis
de una intención de debilitamiento de la oposición.
El mandatario destacó que Ocaña es una persona «que
dio pruebas concretas de seriedad, transparencia y experiencia administrativa»
y que formaba parte de su política convocar a «todos
aquellos que enaltecen la función pública».
Inflexión
«Argentina está en un punto de inflexión, si
no recuperamos una institución como el Pami, nos vamos a
quedar en los discursos», apuntó Kirchner.
Tanto el Presidente como la nueva interventora tuvieron palabras
de agradecimiento con el saliente jefe de la obra social, Juan González
Gaviola, quien tras seis meses de gestión no logró
despegar a la entidad de las sospechas de corrupción, mala
administración e ineficacia en el servicio de prestación
de salud.
Ocaña asumió con el cargo de «directora ejecutiva»
y será acompañada por José Granero como subdirector,
con el objetivo puesto en lograr la normalización institucional
de la obra social, que por estatuto debe ser manejada por un organismo
colegiado, integrado por jubilados.
La diputada del ARI aseguró que pedirá una licencia
de tres meses como legisladora, pero advirtió que si fracasa
en su gestión «no» podrá «volver
al Congreso» para ocupar su banca.
Estructura
El Pami es la obra social más grande de Sudamérica,
con 4 millones de afiliados y alrededor de 3 mil millones de presupuesto
de la Nación para su funcionamiento.
«Para este Gobierno, el Pami es una causa nacional»,
dijo Kirchner, para agregar luego que «da vergüenza»
que durante años la obra social no pudo salir adelante y
cumplir con su función en la prestación de buenos
servicios de salud.
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