Frankfurt y Milán (Reuters)
> El euro batió un nuevo récord al superar
la barrera de los 1,28 dólares debido a la persistencia de
una conjunción de factores, como la falta de medidas del
Banco Central Europeo (BCE) y el amplio déficit de cuenta
corriente y las bajas tasas de interés en los Estados Unidos.
La moneda única superó dos veces ayer su máximo
histórico, cuando perforó la barrera de los 1,27 dólares,
tras haber cerrado ayer en 1,2696, y luego trepar hasta los 1,2812,
para asentarse al final en torno de las 1,275 unidades de la divisa
estadounidense. En sólo una jornada, la moneda comunitaria
subió el 1,1% respecto del cierre del lunes, y lleva acumulada
una apreciación frente al dólar en 2003 del 20%, de
los cuales 5 puntos porcentuales los ganó en diciembre.
Estímulos
La mayoría de los analistas prevén que la carrera
alcista de la divisa continuará y podrá alcanzar en
pocos días la cotización de 1,30-1,35 contra el dólar.
Los operadores comentaron que el impulso de la moneda europea es
el resultado del muy abultado déficit de cuenta corriente
en Estados Unidos y de las bajas tasas de interés en ese
país, que están en el 1 por ciento, el nivel más
bajo en 45 años y la mitad de los intereses vigentes en Europa,
de 2 por ciento.
Así, los picos a los que saltó el euro ocurrieron
luego de que el presidente de la Reserva Federal estadounidense
en Atlanta, Jack Guynn, indicara que las tasas de interés
en su país no subirán pronto, lo cual que resta atractivo
al billete verde. El lunes el euro rozó los 1,27 dólares
también luego de que un funcionario de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, reforzó la tesis que las tasas de interés
de ese país seguirán bajas por más tiempo.
Próxima reunión
Pero además, y pese a la desenfrenada carrera del euro, no
existen expectativas de que el BCE vaya a tocar sus propias tasas
de interés en la primera reunión del año que
celebrará el próximo jueves en la sede central de
Frankfurt, lo que, para los analistas europeos, revela la ausencia
de una política de tasa de cambio coherente en la zona euro.
La apreciación del euro «no es considerada un problema»
por los responsables de la política económica y monetaria
de la Zona Euro, según el ministro de Finanzas belga, Didier
Reynders.
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