Centenario > Avivado
por las ráfagas que superaban los 70 kilómetros por
hora, un incendio destruyó ayer un aserradero de esta ciudad.
Las pérdidas eran todavía incalculables ya que hasta
anoche tres dotaciones de bomberos seguían apagando las llamas
en un enorme acopio de madera y troncos. Más de cinco horas
le llevó a los efectivos intentar controlar medianamente
el fuego, que por los constantes cambios en la dirección
del viento les resultaba muy difícil combatirlo.
La poca visibilidad que había en el lugar también
complicó el accionar de los bomberos. El siniestro comenzó
alrededor de las 17, en el aserradero La Unión ubicado sobre
la calle Ingeniero Ballester del «casco viejo», en un
predio rural.
Incontrolable
Cuando llegaron los efectivos, debajo del tinglado donde estaban
apostadas las máquinas había comenzado a arder una
pila de cantoneras de más de 5 metros de alto y una montaña
de aserrín que sirvió como combustible para que en
pocos minutos el predio se quemara por completo.
Un momento de peligro vivido por los efectivos, fue cuando sintieron
una «explosión», de lo que se presume la instalación
eléctrica trifásica con la que funcionan las maquinarias.
Después de unas horas, las llamas se extendieron alrededor
de la chacra alcanzando a una pila de bins y otro acopio de troncos.
Incluso el fuego también quemó parte de las instalaciones
donde funcionó la feria rural en febrero pasado, destruyendo
un gran número de stands de madera. Más de 20 efectivos
participaron del operativo.
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