BUENOS AIRES.- El Ministerio
de Economía negó la versión de que el gobierno
argentino pedirá una quita del 80 por ciento en la deuda
que mantiene con los tenedores de títulos públicos
internos y externos, información que apareció ayer
en la portada del matutino Clarín.
«La información no tiene fundamento alguno, ni asidero,
ni crédito alguno del gobierno, y es antojadiza», dijo
ayer el vocero del ministro Roberto Lavagna, Armando Torres.
Así, el Ministerio de Economía echó por tierra
la versión del diario Clarín, que ayer en su tapa
aseguró que se está trabajando en «una quita
del orden del 80 por ciento» de la deuda que el país
mantiene con los acreedores privados, en cesación de pagos
desde diciembre del 2001.
«Rechazamos esta versión, tal como hemos hecho recientemente
con otras», dijo Torres, que enseguida aclaró que la
misma «no está sustentada en fuentes que lleven adelante
la negociación, ni siquiera en fuentes que puedan identificar».
Según la versión del matutino, el programa que elabora
Economía para ofrecer a los acreedores se basa en dos conceptos
básicos: un período de gracia sin pagos al exterior
por tres años para los organismos internacionales (FMI, Banco
Mundial y BID) y un plazo máximo de pago equivalente a 30
años para los acreedores que no acepten las quitas de la
deuda.
El diario Clarín dijo ayer que los instrumentos de renegociación
de la deuda serían tres: uno de corto plazo que incluye la
quita del orden del 80 por ciento en el valor de la deuda; otro
que no incluye ningún tipo de quita nominal, pero que estira
los vencimientos a 30 años, con una bajísima tasa
de interés y, por último, un bono que vincula el pago
de la deuda con el crecimiento de la economía.
Como respuesta a estas versiones, el vocero de Lavagna señaló
que «comprendemos este hecho en el marco de que se está
en una etapa definitoria de una negociación por decenas de
miles de millones de dólares en la que lamentablemente caben
esperar este y otro tipo de versiones de partes interesadas».
No obstante, consideró que estas afirmaciones sin ningún
sustento «naturalmente perjudican y no benefician» las
ya complicadas negociaciones. El diario Clarín atribuye esta
información a «uno de los máximos referentes
del equipo económico», aunque dice que el mismo «se
excusó de dar mayores detalles».
Desde Economía se viene sosteniendo en cada uno de los encuentros
con los acreedores externos que el plan de reestructuración
se presentará en Dubai y que tendrá el programa condiciones
similares para todos los tenedores de bonos argentinos.
Optimismo, pero sólo en el corto
plazo
BUENOS AIRES.- Las recientes medidas económicas
anunciadas por el Gobierno tendrán un «efecto favorable
a corto plazo» como «aliciente sobre las expectativas»,
al margen del impacto real que pudieran tener estas medidas por
sí mismas, según la Fundación Capital.
Sin embargo, «no estamos en presencia de acciones que avalen
la búsqueda del crecimiento económico sustentable»,
señaló la entidad en su Síntesis Económica
Financiera Semanal difundida ayer. El paquete pro-reactivación
ayudará a «mantener la buena inercia en materia económica
que se mantiene durante los primeros ocho meses de 2003, dada por
un escenario de estabilidad financiera y reactivación económica»
y contribuirá a «prolongar este escenario de recuperación
económica, aseguró el trabajo. En los últimos
días, el Gobierno anunció la rehabilitación
del régimen de compra de vehículos con BODEN, la incentivación
de la exportación de plantas llave en mano y la ampliación
del régimen de financiamiento del IVA para las compras de
bienes de capital.
Además, se incrementó el subsidio de la tasa de interés
por préstamos bancarios destinados a pymes y se autorizó
al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) a financiar
operaciones de exportación e inversiones directas sin intermediación
de otros bancos.
Entre los aspectos positivos, se detallaron la ayuda marginal al
consumo por el aumento de las ventas de automóviles, la posible
creación de empleo por el apoyo a las pymes y la búsqueda
de una competitividad externa más eficiente y sustentable.
Entre los aspectos desfavorables, el informe menciona el mayor costo
fiscal por la ampliación de diversos mecanismos de subsidios,
aunque admite que no pone en juego la actual prudencia en el manejo
de la política fiscal.
Por otra parte, la entidad redujo su proyección de la
inflación al 5 por ciento anual para 2003 y pronosticó
entre un 7 y un 10 por ciento anual para 2004, incremento explicado
por la reestructuración tarifaria, entre otros factores.
«La evolución prudente de la políticas monetaria
y fiscal a lo largo de estos ocho primeros meses del año
y el congelamiento de las tarifas de servicios públicos contribuyó
de manera significativa a esta menor proyección inflacionaria»,
explicó la Fundación Capital.
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