Sin jugar, el joven LeBron James ya es tapa de las principales revistas deportivas.

NEUQUEN.- ¿Cómo ganar millones y millones de dólares sin jugar un sólo partido en la NBA? La respuesta mágica la tiene LeBron James, el chico de 18 años que fue seleccionado por Cleveland Cavalliers con el número uno del draft de la NBA.
La nueva estrella del básquet norteamericano, de quien se asegura que será el nuevo Jordan (¿cuantas veces se afirmó semejante cosa ya?), decidió saltear la Universidad e ir en busca de la gloria en la máxima categoría del básquet mundial. En el medio de su decisión y sin jugar tan sólo un minuto para su nuevo equipo, el chico de tan sólo 18 años ya firmó un contrato con Nike por 90 millones, con Coca Cola por otros tantos y con Cleveland por el tope salarial que establece la NBA. «Soy el jugador más promocionado del país y ni siquiera he jugado un partido en la NBA», aseguró James sorprendiendo con un pensamiento claro, alejado del dinero y los flashes.
Luego de analizar propuesta de Adidas y Reebok, LeBron James firmó con Nike. ¿La razón? El dinero, obvio. Pero también emular a Michael Jordan, quien realizó durante toda su carrera fue manejado a nivel imagen por la marca del tilde. Claro, pequeña diferencia la que asegura que Jordan firmó por 2.5 millones en 1984 mientras que James lo hizo por 90.
Otro tanto hizo con Coca Cola. Desde la marca niegan que el acuerdo esté relacionado con los problemas de Kobe Bryant, quien era la cara de Sprite, hasta que fue acusado de violar a una mujer. Sorprendentemente, al poco tiempo fue anunciado James como la nueva cara de la marca. «El jugador ha traído más emoción y anticipación al juego del baloncesto que ningún otro jugador en los últimos tiempos y pensamos que tan sólo acaba de empezar», aseguró en declaraciones de rigor Jeff Dunn, presidente de Coca Cola Estados Unidos.
Salir en la tapa de Sports Illustrated significa la consagración de un deportista. Sin embargo, James ya lo consiguió. Y no jugó un minuto. Fue cuando ganó el premio al mejor jugador colegial del año (un premio que no recibió Michael Jordan).
La locura por el chico de Chicago es tan grande que hasta se organizó un «one on one» (uno contra uno) entre el mismísimo Michael Jordan y LeBron James. El desafío batió los récords de asistencia con 17.000 espectadores para un encuentro de este tipo. Tal es el talento de James, que hasta ni siquiera el ego de Shaquille O Neal de Los Angeles Lakers pudo desconocerlo cuando lo fue a ver especialmente a Akron antes de un Cavalliers-Lakers.