JERUSALEN.- Tropas
israelíes ingresaron en la ciudad cisjordana de Kalkilia,
tras un ataque palestino contra obreros israelíes que estaban
trabajando en la construcción del cerco que Israel erige
a lo largo de la frontera con Cisjordania, informaron fuentes militares.
«Atacantes palestinos dispararon en el área de Kalkiliya»,
en Cisjordania e hirieron a uno de los obreros», declaró
una fuente militar israelí. Luego del ataque, se impuso un
toque de queda en la ciudad de Kalkiliya y sus alrededores, donde
los militares buscan a los sospechosos, añadió.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz,
anunció ayer que Israel seguirá realizando operaciones
contra los grupos radicales palestinos y que podría enviar
incluso tropas de tierra a la Franja de Gaza.
«El Ejército actúa en la actualidad sobre todo
en Naplasa, Jenín y Hebrón (en Cisjordania), pero
nos reservamos el derecho de realizar operaciones de tierra también
en la Franja de Gaza», dijo el ministro.
Hasta el momento, el Ejército israelí evitó
realizar una ofensiva por tierra en la zona bajo administración
palestina de la Franja de Gaza, densamente poblada, aunque realizó
acciones aéreas conocidas como «asesinatos selectivos»
contra militantes del grupo de la resistencia palestina Hamas.
Los comentaristas militares israelíes dicen que una ofensiva
terrestre en la Franja de Gaza, hogar de más de un millón
de personas bajo control palestino, causaría muchas bajas
en ambos bandos.
Por otra parte, el alto representante de la Unión Europea
(UE) para la política exterior, Javier Solana, rechazó
ayer en Tel Aviv el pedido de Israel de romper contactos con el
presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Yasser Arafat. «Nosotros,
la UE, mantendremos nuestros contactos con los palestinos y con
el presidente palestino», declaró Solana en una conferencia
de prensa conjunta en Tel Aviv con el ministro de Relaciones Exteriores
israelí, Sylvan Shalom. «Respetamos la decisión
tomada por un país democrático, pero se debe respetar
nuestra posición, que no cambió», agregó
Solana.
Al igual que Estados Unidos, Israel considera a Arafat como un «obstáculo
para la paz», y lo acusa de «torpedear» el plan
de paz para Medio Oriente.
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