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Por RUBEN BOGGI |
Mañana, lunes, Jorge Sobisch dejará la gobernación
en manos del vice Jorge Sapag. Esta simple frase marca la realidad
política de la provincia. Contrasta con lo que se decía,
murmuraba o especulaba hace apenas 30 días atrás,
cuando se pretendía un quiebre en el MPN, o bien una interna
dura entre estos dos hombres. El proceso fue muy distinto al que
imaginaban o deseaban distinguidos exponentes de la intelectualidad
regional; pero no por ello dejó de ser fiel a su esencia,
y terminó por aclarar y ubicar a cada referente protagonista
principal del devenir socio político neuquino: a Sobisch,
cumpliendo el inevitable rol reeleccionario; a Sergio Gallia, en
su rol opositor al MPN; y a Horacio Quiroga en pleno proceso de
construcción para su proyección provincial.
Hoy, el MPN atravesará por el rito de la interna, en este
caso un trámite más que una confrontación,
pues son muy dispares las fuerzas que se enfrentan. La pelea más
intensa (y probablemente la mayor participación) se dará
en algunos municipios donde compiten varias listas a nivel local.
No obstante, la jornada (hay que recordar, de internas abiertas
a todos los ciudadanos) oficiará de epílogo para una
situación que tuvo sus momentos de alta tensión, y
dará paso a una realidad política distinta, pues se
potenciarán los planes que unen gestión de gobierno
con apertura a un nuevo y definitivo intento para alcanzar el nivel
nacional de este singular partido nacido al calor de la proscripción
peronista a principios de la década del ’60 del siglo
pasado.
Da la sensación en este contexto que el MPN de Sobisch mira
con una lente de aumento los pasos que da la administración
nacional de Néstor Kirchner, y que esperará en posición
expectante el momento indicado, que se prevé comenzará
a fines de este año y principios del que viene.
Esta proyección nacional que se prepara no bien el gobierno
de Kirchner asuma la realidad del país y sufra sus efectos;
a la par que un fuerte acento sobre una gestión de gobierno
con cambios, con abundancia de gestos firmes hacia el control de
gastos e inversiones del Estado, es lo que parece que prevalecerá
en las estrategias emepenistas. Porque, entre otras cosas, el MPN
está decidido a arremeter contra su propia imagen (diseñada
a medida de sus opositores) de partido dispendioso y propenso a
la tentación corrupta.
Suena lógico, porque la bandera de la «anticorrupción»
es en realidad lo único que le queda a una oposición
más deshilachada que nunca.
Se ha cumplido
también otro mecanismo previsible: el gobierno provincial
diseñó y cumplió una intensa agenda de anuncios
en tiempos estratégicamente importantes. De todas las inversiones,
créditos y demás cuestiones que hacen al natural despliegue
que tiene como eje central la reconversión económica,
descolló el dato sobre una fuerte caída del índice
del desempleo, que bien mirado (¡cuesta tanto en Argentina
hablar en positivo!) es en realidad un aumento del empleo. Casi
8 puntos de diferencia respecto de la medición de mayo pasado
es un resultado muy bueno para el gobierno provincial, quizá
mejor que lo que muchos esperaban. También se tuvo el resultado
de la medición que se hace en localidades fuera del conglomerado
urbano de Neuquén-Plottier, encuesta que hace la Dirección
de Estadísticas y Censos provincial. Es la segunda medición
que se hace, por lo que no es comparable todavía, ya que
la anterior se hizo en octubre, en una época estacional distinta.
Igualmente, se confirmó que el mayor empleo se da en los
municipios productivos, tanto en lo agrícola (la zona de
El Chañar-Añelo) como en la región turística
(San Martín-Junín-Villa La Angostura). Y que son las
localidades que menos se han reconvertido, como Zapala, las que
tienen desempleo más alto. Ahora el gobierno buscará
acentuar el efecto empleo incentivando no sólo el crecimiento
de la actividad económica primaria, sino la secundaria; es
decir, la industrialización de los productos. En este punto,
vale la pena mencionar una historia a medias entre lo positivo y
lo negativo, que es la historia de la planta de metanol de Plaza
Huincul. Todavía hoy no se ha resuelto (hace más de
un año) que el metanol pueda ser transportado en tren, lo
que implicaría la plena producción de la planta. Hoy
se transporta en camiones (cada vez más, porque lógicamente
la empresa quiere y necesita producir), lo que acentúa el
riesgo de accidentes. Pero lo interesante del metanol, es que está
posibilitando la radicación de industrias asociadas en Huincul.
Antes de noviembre de este año, se inaugurará una
planta industrial, que exportará un producto derivado del
metanol, que se utiliza para la fabricación de aglomerados
de madera.
Como había
anticipado esta columna, el tema inseguridad pública ganó
el primer lugar en la preocupación política de la
semana. Se hizo una reunión en la capital provincial -distrito
donde la preocupación es mayor- que tuvo un buen resultado
inicial, surgido tal vez de su composición multipartidaria
y multisectorial. Después de la reunión, comenzaron
a trascender medidas y proyectos dedicados a incrementar la seguridad.
Por ejemplo, trascendió la idea -que se trabaja muy en concreto-
de ubicar cámaras de TV en lugares estratégicos de
la capital, para permitir un monitoreo más detallado de lo
que acontece en la calle y permitir una acción policial más
rápida y segura. El caso Sergio Avalos, con todo su inquietud
y misterio, sigue preocupando y afligiendo a todos, pues es incomprensible
que en plena democracia en nuestro país se sigan sucediendo
estas tristes historias de desapariciones. Sin duda, este caso exige
un sinceramiento social a todo nivel. Ojalá sirva para tomar
mayor conciencia sobre la importancia de cumplir las leyes, pues
aunque esto no garantice la ausencia de estos dramas, sí
posibilitaría eliminar sospechas, como las que abundan en
el caso Avalos devenidas de tantos puntos oscuros sobre lo que pasó
en esa triste y amarga madrugada.
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