GRAL. ROCA.- El pedido efectuado por médicos y técnicos del hospital Francisco López Lima para obtener un aumento de sueldos de un 35%, podría lograr un escaso respaldo dentro del gabinete provincial, teniendo en cuenta que la solicitud significaría un incremento de $2 millones de la masa salarial mensual de ese sector. Por ahora el análisis del tema fue postergado, aunque fuentes gubernamentales reconocieron que el pedido «no logrará mayores avances».
La actualización salarial fue analizada a principios de esta semana, justamente en la última reunión de gabinete que se realizó en la residencia del gobernador Pablo Verani (UCR). Allí, los representantes del área de Salud y Acción Social, hicieron extensivo al resto de los ministros la solicitud elevada por los profesionales y técnicos del nosocomio local, quienes pidieron una actualización de salarios y que los valores no remunerativos sean sumados al recibo de los empleados que desempeñan su labor en los centros asistenciales públicos. Fueron los propios integrantes de la Asociación de Técnicos y Profesionales (ATP) los que pidieron un incremento en los sueldos, tanto al ministro Alejandro Betelú, como al titular del área de Salud, Alejandro Marenco, quienes se comprometieron a evaluar el tema con el resto del gabinete.
Sin embargo desde el ministerio de Hacienda, reconocieron las escasas posibilidades de avanzar que tiene el pedido, ya que el presupuesto mensual para el pago de masa salarial supera los $5 millones. Y la actualización de los haberes significaría un incremento de esa cifra que rondaría los 2 millones.
«Estamos hablando de unos 30 mil empleados, una cifra que por ahora no está en el análisis de ninguno de los miembros del gabinete», confió una fuente consultada por este diario, quien reconoció que por el momento el pedido fue girado al ministerio de Hacienda. Básicamente la solicitud de la ATP, expresaba que desde hace 14 años que no reciben un incremento de salarios y calificaron el estado de los profesionales como de «total abandono». Incluso aseguran que -en algunos casos- el resto del personal de un nosocomio termina ganando mejores salarios que los propios profesionales que desempeñan sus tareas en cada hospital público de la provincia.