BUENOS AIRES.- El interventor
del Pami, Juan González Gaviola, aseguró ayer que
todas las denuncias sobre ilícitos en esa obra social podrían
concentrarse en una sola fiscalía y reclamó al Congreso
«volver a discutir» una nueva ley para ese organismo.
Reveló que la deuda del Pami es de 642 millones de dólares
(1.800 millones de pesos) y que por ahora la obra social tiene un
«endeble» superávit mensual de poco más
de 440 mil pesos y criticó a la gestión de Víctor
Alderete y a la normalización que realizó el duhaldismo.
González Gaviola advirtió que «hubo una multitud
de nombramientos con sueldos de tres mil y cuatro mil pesos»
y que «se crearon figuras de asesores y coordinadores técnicos,
con una suma total de tres millones de pesos».
«En el Pami hay fábricas de horas extras por encima
de lo que permite la ley. Se gasta en personal más de lo
lógico. En cada ambulancia van dos choferes, por ejemplo»,
afirmó.
El interventor del Pami hizo ayer un extenso informe en la Comisión
de Salud de la Cámara de Diputados, que preside la menemista
cordobesa Marta Alarcia.
Allí, prometió que «no habrá despidos
masivos de personal», a pesar de la importante cantidad de
trabajadores que posee la plantilla del Pami, por entender que ese
mecanismo de ajuste es el que realizaron «sin éxito»
otros gobiernos.
«Hay un gran crecimiento de la planta de personal, hay un
gasto creciente en lo administrativo que supera el 20 por ciento»,
subrayó en el informe.
Destacó que directivos de la Auditoría General de
la Nación (AGN) «consideran que había que ver
si se puede, como ocurrió en la Anses o con la ‘mafia
del oro’, concentrar todos los presuntos ilícitos contra
del Pami en una misma fiscalía para que se unifique esta
cuestión».
También reclamó que el Congreso «va a tener
que volver a discutir la forma de conducción a través
de un directorio ejecutivo colegiado para una obra social que, por
su facturación, es equiparable a la quinta empresa del país».
Desde Diputados está acordada la creación de una comisión
bicameral de «seguimiento y control» de la intervención
del Pami, que estará compuesta por siete legisladores de
cada cámara.
Culpó a las anteriores gestiones por haber generado «una
crónica deuda que luego hacía suya el Estado por 1.800
millones de pesos, en un pasado cercano».
«Con Víctor Alderete se comienza a generar un modelo
prestacional basado en contratos con la figura del intermediario,
que eran las gerenciadoras», cuestionó.
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