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Eufórico y emocionado,
Horacio Quiroga celebró anoche su triunfo ante una multitud,
al pie del Monumento a San Martín. |
NEUQUEN.- Horacio Quiroga se convirtió
anoche en el intendente N°54 de la capital de la provincia,
al quedarse con el 46,89% de los votos emitidos. Federico Brollo,
del Movimiento Popular Neuquino, se ubicó en segundo lugar
con el 38,17% de los sufragios; mientras que Beatriz Kreitman se
quedó con un lejano tercer puesto, al obtener el 4,46%. Estos
son los datos finales del Juzgado Electoral, luego de escrutarse
474 de un total de 476 mesas habilitadas.
«Como el gobernador se puso al frente de la campaña,
yo le he ganado a Jorge Omar Sobisch», dijo eufórico
Quiroga desde su cuartel electoral en Carlos H. Rodríguez
55 donde brindó una conferencia de prensa. Así, reiteró
la postura que había mantenido durante toda la campaña
electoral en cuanto a que era el mandatario provincial el candidato
real y no su «Pollo» en alusión a Brollo.
A las 22.25, el candidato del MPN admitió la derrota a favor
del radical indicando que «triunfó por acumulación
de votos» en referencia al aporte que le hicieron el Partido
Justicialista y el Movimiento de Integración y Desarrollo.
Minutos antes de las 23, Quiroga agradeció a la militancia,
a sus contrincantes, y dijo que tenía unas ganas «bárbaras»
de ponerse a trabajar nuevamente al frente de la Intendencia capitalina,
indicando que hoy mismo se hará cargo del Ejecutivo en cuyo
cargo tiene licencia: «a las ocho estaré en mi despacho».
Después de reconocerse como triunfador en una conferencia
de prensa, Quiroga encabezó un multitudinario acto a los
pies del monumento al General San Martín, en el que reiteró
su agradecimiento a los votantes. Sobisch reconoció la «buena
elección» del reelecto intendente, e hizo especial
énfasis en que Quiroga había triunfado por la sumatoria
de boletas a favor del radical.
Quiroga aseguró que continuará la alianza con el PJ
y el MID cuando se hagan las elecciones para gobernador y ponderó
esa unión de partidos que se pusieron de acuerdo sobre una
base de proyectos comunes muy concretos. De hecho, en la conferencia
el intendente estuvo flanqueado por los electos concejales radicales,
peronistas y de Recrear, y por las principales autoridades del PJ,
entre ellos el candidato a gobernador Sergio Gallia.
Por otra parte, Quiroga apuntó que no modificará su
gabinete («tengo un equipo formidable», destacó)
porque la actual gestión «no se cierra ahora sino el
10 de diciembre».
El
Deliberante
En el Concejo Deliberante, el Movimiento Popular Neuquino seguirá
ostentando la primera minoría con 7 ediles, la Unión
Cívica Radical recupera 4 concejales y el bloque quedará
compuesto por 5 bancas y el PJ con tres concejales. El ARI y el
Frente Grande conservarán 1 concejal cada uno, al no poder
renovar sus bancas David Lugones y Beatriz Kreitman.
La jornada electoral se caracterizó por su tranquilidad,
no hubo impugnaciones en la Justicia electoral y sólo se
registraron los tradicionales inconvenientes para formar las mesas
electorales por ausencia de las autoridades convocadas. En algunos
casos se obligó a los primeros votantes a presidir la mesa.
No obstante la tranquilidad de la elección, en tres escuelas
del sector oeste se produjeron enfrentamientos entre militantes
del MPN y la UCR a golpes de puño.
La elección contó con la participación de más
del 70% del electorado, cuyo padrón total era de 143.692
personas. Los comicios se iniciaron a las 8 en las 65 escuelas habilitadas
por la Junta Electoral Provincial con 476 mesas de votación
en total. Anoche, la Justicia Electoral entregó los datos
finales y los consideró el 100% pese a faltar el escrutinio
de dos meses, porque en esas se demoraría por un error en
la entrega de los votos, que en lugar en enviarse al Correo Central
y en estos casos se colocaron en las urnas.
Hombre que divide
NEUQUEN.- El mantenimiento de las relaciones cordiales
con Jorge Sobisch fue uno de los puntos que Horacio Quiroga se encargó
de remarcar en la misma conferencia de prensa en la que había
dicho que la elección se la había ganado al propio
gobernador.
En ese sentido, el jefe comunal dijo que en proyectos como el Paseo
de la Costa «es necesario que el intendente de la capital
y el gobernador de la provincia se lleven bien».
Esta tesitura será uno de los principales puntos de discusión
entre los socios de Unión por Neuquén, ya que una
parte de esa coalición política ya mostraron un enfrentamiento
franco y directo con el mandatario provincial.
Por caso, el candidato a gobernador del peronismo, Sergio Gallia,
se encuentra totalmente enfrentado con Sobisch, y pretende tener
a su alrededor a una fuerza política que se mueva dentro
de esa línea.
Un largo festejo quiroguista
NEUQUEN.- Eran sólo tres cuadras. Pero
el paisaje cambiaba radicalmente de una a la otra. En una de ellas,
Carlos H. Rodríguez, estaba el cuartel central de «Pechi»
Quiroga. En la otra, avenida Argentina, el de Federico Brollo. La
principal diferencia era el ánimo de los afiliados y simpatizantes
de cada partido. En la UCR todo era algarabía, mientras que
en el MPN las caras denotaban algo más que preocupación.
Miles de papelitos esparcidos por la vereda y la calle Carlos H.
Rodríguez eran la primera visión que se tenía
al llegar al local del reelecto intendente. Los policías
se agolparon frente a la puerta de acceso desde donde una fotografía
de Quiroga sonreía al lado de la frase: «Pechi sigue».
Una murga improvisada con las viejas cacerolas que quizás
hayan sido usadas para protestar contra algún político,
arengaba a los simpatizantes que poco a poco se iban arrimando.
Con cautela, llegaban desde distintos barrios y localidades portando
souvenirs de campaña: remeras, vinchas, banderas y hasta
unas cuantas boletas de la lista 3. Apenas se congregaban alrededor
del local, buscaban algún conocido y se estrechaban en un
abrazo que decía lo que estaban sintiendo. No eran necesarias
las palabras, entre correligionarios sabían que estaban frente
a un momento histórico.
En una Argentina donde los recuerdos más recientes del radicalismo
están ligados a la dimisión de Fernando De la Rúa
como presidente y a la polémica interna para definir al candidato
del partido a nivel nacional, el sabor de la victoria era sumamente
dulce. Tan dulce que alcanzaba a borrar enconos del pasado y permitía
sumar al abrazo a algún que otro justicialista.
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