Las empresas distribuidoras de energía
eléctrica advirtieron que la falta de adecuación de
las tarifas provocará que en tres años el sector quede
«totalmente devastado» y «sin energía para
abastecer ni instalaciones para asegurar un servicio de calidad
mínima».
Las distribuidoras indicaron que algunos actores de la sociedad
«no tomaron conciencia de la gravísima situación
que atraviesa el sector eléctrico» y afirmaron que
el reciente fallo que suspensió la aplicación del
decreto 146/03 del Poder Ejecutivo Nacional (autorizando aumentos
en las áreas de concesión de Edenor, Edesur y Edelap)
«acorta los plazos hacia una crisis irreversible».
A través de la Asociación de Distribuidores de Energía
Eléctrica (Adeera) las empresas hicieron un «fuerte
llamado a la reflexión» a los actores de la sociedad
«que impulsan acciones para trabar la readecuación
tarifaria» como así a los poderes públicos nacionales
y provinciales «que no adoptan las decisiones necesarias para
recertir la situación».
En el documento elaborado este fin de semana, las distribuidoras
señalaron que «el fallo judicial que suspendió
la aplicación del Decreto P.E.N. 146/2003 que establece la
readecuación tarifaria para el servicio de energía
eléctrica en las empresas de jurisdicción nacional
(EDENOR, EDESUR y EDELAP), sumado a la falta de adecuación
de las tarifas en las distribuidoras provinciales, acortan los plazos
hacia una crisis irreversible en el sector».
Agregaron que «tal como lo hizo durante todo el año
último, Adeera vuelve una vez más a llamar a la reflexión
a los actores de la sociedad que no toman conciencia de la gravísima
situación que atraviesa el sector eléctrico. A este
paso, el 2005 encontrará un sector eléctrico totalmente
devastado, sin energía para abastecer y sin instalaciones
para asegurar un servicio de calidad mínima».
Adeera señaló que «como es de público
conocimiento, las distribuidoras eléctricas, a pesar de la
devaluación y pesificación, tienen congeladas las
tarifas desde hace más de un año», y recordó
que «esta injusta situación repercutió negativamente
en el sector eléctrico, registrándose los primeros
síntomas serios de la emergencia eléctrica en distintos
puntos del país».
Para la entidad, los efectos negativos del congelamiento
de las tarifas durante más de un año generaron:
Virtual default
de las empresas eléctricas, que les impide pagar normalmente
a sus proveedores y acreedores.
Como consecuencia
de la insuficiencia de ingresos, se paralizaron las inversiones
y se redujeron los mantenimientos, aumentando las probabilidades
de fallas en frecuencia y duración, lo que conducirá
inevitablemente al deterioro de la calidad del servicio.
La programación
estacional, elaborada por CAMMESA, privilegió la coyuntura
en lugar de asegurar la calidad de servicio. Esta política
de minimización de costos implicó asumir mayores condiciones
de riesgo en el servicio eléctrico.
«El apagón del 24 de noviembre último fue la
muestra más contundente que el llamado a la reflexión
realizado por ADEERA durante todo el 2002 no fue escuchado por quienes
tienen la responsabilidad de conducir un servicio esencial para
la sociedad», recalcó la entidad.
Las empresas enfatizaron luego: «que se entienda claramente:
la emergencia ya está instalada; las autoridades atienden
a las necesidades de corto plazo, pero sus decisiones tendrán
efecto a mediano y largo plazo».
Adeera recordó que «para atender un crecimiento de
la demanda de 4 % anual (equivalente a 3 % de PBI) se deben invertir
1000 millones de dólares por año, desembolso imposible
en el contexto actual».
Y agregó que «en ese contexto, se llegará al
2005 a una crisis de desabastecimiento y volverán los cortes
rotativos típicos de los ochenta. Todas las distribuidoras
del país padecen esta grave situación».
Por último, las distribuidoras enfatizaron que «es
necesario evitar que la emergencia se transforme en crisis irreversible
es justo para todos los argentinos que así sea».
También en el gas
El mismo decreto del Poder Ejecutivo había autorizado aumentos
de emergencia en las tarifas de gas, aunque éstos también
quedaron suspendidos a partir del fallo de la juez Claudia Rodríguez
Vidal, del Juzgado Federal N°3 en lo Contencioso Administrativo.
Eso obligó al Enargás a ordenar, el viernes, a las
empresas distribuidoras la suspensión de los aumentos, intruyendo
incluso a que aquellas que ya hubieran implementado la adecuación
aque devuelvan los importes «a través de los importes
resultantes con la próxima facturación que emitan».
Sin embargo, el sábado Enargás y el ENRE (Ente Nacional
Regulador de la Electricidad) volvieron sobre sus pasos luego de
que el ministerio de Economía indicara que había sido
«apresurado» ordenar la devolución de los aumentos,
en el caso de aquellas empresas que ya lo habían instrumentado.
Enargas emitió un comunicado el sábado indicando la
existencia de «fallos divergentes» en relación
a las tarifas eléctricas.
El organismo regulador dijo que «dictado dor medidas vinculadas
al Decreto de Necesidad y Urgencia 146/03 que resultan divergentes
y que afectan las decisiones sobre tarifas dispuestas por el gobierno
nacional, encontrándose las mismas en proceso de apelación
por el PEN».
«A tal efecto -dijo Enargás- se están haciendo
las consultas ante los organismos competentes respecto al alcance
de las citadas medidas judiciales».
«Dentro de este marco, a partir del lunes 3 de marzo se llevarán
a cabo reuniones entre las licenciatarias del servicio de Gas y
el Enargas a fin de avanzar en el análisis del tema en cuestión».
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