CARACAS.- Un coche
bomba estalló ayer en la ciudad petrolera de Maracaibo, y
causó daños a varias viviendas y una oficina de la
estadounidense Chevron Texaco, en el tercer ataque explosivo en
menos de una semana en el quinto exportador mundial de crudo.
La policía informó que no hubo heridos por la explosión
que destruyó al menos tres vehículos y dañó
las fachadas de varias viviendas en el barrio petrolero Richmond
del municipio San Francisco de Maracaibo, en el estado Zulia, 745
kilómetros al oeste de Caracas. El martes pasado dos potentes
bombas estallaron con un saldo de graves destrozos a una misión
diplomática de Colombia y a otra de España en Caracas,
y heridas leves a cinco personas.
El presidente Hugo Chávez, sobreviviente de un golpe militar
el año pasado, culpó ayer a sus adversarios de las
explosiones en Caracas y dijo que las fuerzas militares y de seguridad
estaban en alerta. Chávez no mencionó la detonación
de ayer en Maracaibo.
«Algunos sectores desesperados, como fracasaron en el golpe,
fracasaron en el sabotaje petrolero, entonces han optado por el
terrorismo y andan poniendo bombas o amenzando con bombas»,
dijo en su programa de radio ¡Aló, Presidente! El militar
retirado, que seis años antes de ganar la presidencia lideró
en 1992 un fallido golpe, dijo que poseía hasta la foto de
los sospechosos de colocar las bombas en las oficinas diplomáticas.
Terrorismo
La televisión mostró imágenes del armazón
calcinado del coche bomba y de pedazos de concreto y vidrios esparcidos
en una extensa área. Ningún grupo se atribuyó
la responsabilidad por la explosión en Maracaibo, la segunda
ciudad en importancia de Venezuela y fronteriza con Colombia.
Chávez culpa de la actual crisis económica y política
a empresarios, sindicatos, gerentes petroleros y partidos políticos,
que apoyaron el «paro cívico» que redujo a niveles
mínimos la producción y exportación de crudo,
para forzar su salida y el llamado a elecciones anticipadas. El
estado Zulia, gobernado por un opositor a Chávez, fue uno
de los más afectados por el paro de dos meses ya que produce
casi la mitad del crudo que exporta Venezuela. El líder nacionalista
que dice comandar una «revolución» para acabar
con la injusticia social, advirtió que los comandantes de
guarnición están en alerta para neutralizar cualquier
intento de acción terrorista. «Y si hay que repeler
a los terroristas con las armas, pues, serán repelidos con
las armas, pero no podrán con Venezuela», afirmó.
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