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BAGDAD.- Bagdad aceleró ayer el ritmo de
su desarme con el anuncio del descubrimiento de importantes cantidades
de armas químicas y biológicas, y la destrucción
de otros seis misiles prohibidos Al Samud 2, aunque amenazó
con suspender su colaboración con la ONU si Estados Unidos
decide llevar a cabo una intervención militar unilateral
contra su país antes de que terminen las inspecciones.
Una nueva serie de nuevas búsquedas permitió descubrir
importantes cantidades del bacilo del carbunco (origen del ántrax)
así como restos del gas tóxico VX, sustancias sobre
las cuales la ONU pide información a Bagdad desde hace años,
informó ayer el consejero presidencial iraquí, el
general Amer Al Saadi. Según el responsable, en dos lugares
separados fueron encontradas bombas aéreas rellenas con ántrax
y restos de la destrucción de 1,5 toneladas de gas VX.
Además, otros seis misiles Al Samud 2 fueron destruidos ayer
bajo la supervisión de expertos de la ONU, con lo cual se
elevó a diez el número total de proyectiles destruidos
desde el sábado, cuando se inció esa operación
de desarme al vencer el plazo impuesto por la ONU, dijo Al Saadi.
Una cámara hueca, usada como molde en el proceso de fabricación
de los misiles también fue destruida, explicó el responsable
iraquí en una conferencia de prensa en Bagdad. El sábado,
fueron neutralizados los cuatro primeros misiles Al Samud 2, cuyo
alcance supera los 150 kilómetros permitidos por la ONU tras
la guerra del Golfo en 1991.
Los expertos de la ONU exigieron que estos proyectiles fueran inutilizados
para que el desarme de Irak se haga efectivo. No obstante, responsables
iraquíes amenazaron con suspender la destrucción de
sus misiles prohibidos Al Samud 2 si Estados Unidos decide llevar
a cabo una intervención militar unilateral contra su país.
«Si se da el caso de que Estados Unidos no respeta las vías
legales, ¿por qué nosotros continuaríamos haciéndolo?»,
se preguntó el general Amer Al Saadi. Bagdad «hace
todo lo que puede» para evitar la guerra, garantizó
el general.
Aunque el jefe de inspectores de la ONU, Hans Blix, lo definió
como «un elemento muy importante para un desarme real»
de Bagdad, el compromiso de Irak de destruir sus misiles fue menospreciado
por Washington, cuyas autoridades lo calificaron de «juego
de ingenuos», al igual que los gobiernos de Londres y Madrid,
sus aliados más firmes.
Opositores
Sin embargo, en el frente opositor, los cancilleres de Rusia, Francia
y Alemania ratificaron ayer el acuerdo común sobre la necesidad
de continuar con las inspecciones de la ONU en Irak, según
declaraciones del ministro de relaciones exteriores ruso Igor Ivanov,
a la agencia Itar-Tass. Además, el gobierno de Ankara anunció
ayer que por ahora no presentará de nuevo al Parlamento la
moción sobre el despliegue de soldados estadounidenses en
su territorio, tras el bloqueo que la petición sufrió
ayer en la cámara.
Según Eyup Fatsa, vicepresidente del grupo parlamentario
del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), el gobierno no
desea someter a una nueva votación en el Parlamento esta
moción que autorizaría el despliegue de 62.00 soldados
estadounidenses en el país. Esta decisión obligaría
a Estados Unidos a revisar su estrategia militar de desplegar sus
soldados y un centenar de aviones y helicópteros en el sureste
de Turquía, con vistas a abrir un «frente norte»
contra Irak.
Inteligencia contra inspectores de ONU
LONDRES.- El gobierno norteamericano está
realizando un operativo secreto de inteligencia que incluye «trampas
sucias» contra los delegados del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas en Nueva York, para conseguir apoyo en una guerra en Irak,
reveló ayer el dominical inglés The Observer.
Agentes de inteligencia de Washington estarían realizando
un operativo de «agresiva vigilancia», que incluye la
interceptación de líneas telefónicas privadas,
correos electrónicos y correspondencia secreta de algunos
de los delegados de la ONU en Nueva York, para conseguir detalles
de futuras decisiones sobre el tema de Irak, explica el periódico.
Esta información surge tras una investigación del
diario inglés y el hallazgo de memorandos secretos enviados
por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), el organismo estadounidense
que intercepta comunicación internacional.
Un memo, fechado el 31 de enero del 2003 y enviado por Frank Koza
de la NSA, describe órdenes para que agentes secretos estadounidenses
vigilen a miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque por
supuesto no a los delegados de Estados Unidos y el Reino Unido.
«La data serviría para proveer de información
confidencial a los funcionarios allegados a Bush, acerca de las
intenciones de voto de los miembros de la ONU con relación
a Irak», según los documentos citados por el Observer.
Francia insiste con oposición
LONDRES.- Francia dijo ayer que se va a oponer
a una nueva resolución de la ONU sobre Irak que podría
allanar el camino hacia una guerra y desafió los argumentos
presentados por Washington y Londres para el uso de la fuerza contra
Bagdad.
En una entrevista con la emisora de televisión británica
BBC, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Dominique
de Villepin, dijo: «¿Necesitamos una segunda resolución?
No. ¿Nos vamos a oponer a una segunda resolución?
Sí, como los rusos y muchos otros países». Sin
embargo, de Villepin trató de evitar la palabra «veto»,
que Francia, como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo
de Seguridad de la ONU, puede utilizar.
«Algunos países pueden pensar que recurriendo a la
fuerza contra Irak van a terminar con el terrorismo, con la proliferación
(de armas) en el mundo (...) y que como por arte de magia tambiDn
van a lograr la paz para el Oriente Medio», explicó.
«Nosotros no estamos de acuerdo con eso». En un discurso
que ofreció la semana pasada, el presidente estadounidense
George W. Bush opinó que un derrocamiento del actual gobierno
iraquí es un paso previo para alcanzar la paz en el Oriente
Medio.
Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, dijo
el viernes que tenía confianza en conseguir apoyo para una
nueva resolución ya que, subrayó, Irak no ha cumplido
con las órdenes de desarme que le dio la ONU, y que por ese
motivo debe enfrentarse a las consecuencias.
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