WEST WARWICK, Estados Unidos
(Reuters).- Siguen buscando cadáveres en el club
nocturno del estado norteamericano Rhode Island, donde el jueves
a la noche, tras un despliegue pirotécnico durante un concierto
de rock, murieron más de 95 personas y otras 180 resultaron
heridas.
Como se informó, el siniestro comenzó en la discoteca
Station, donde la banda de rock pesado Great White utilizó
fuegos artificiales para resaltar el espectáculo. La mayoría
de las muertes fueron al parecer producto de quemaduras, según
las pericias, en la voz del gobernador de Rhode Island, Donald Garcieri.
Las autoridades dijeron que otras víctimas sucumbieron por
inhalación de humo, quemaduras o aplastamiento durante la
estampida humana originada para evacuar el lugar.
Muy obvio: la cifra de muertos va en aumento en la medida en que
las cuadrillas de rescate remueven los cadáveres calcinados.
Los esfuerzos continuaron ayer, pero Garcieri dijo a los residentes
de Rhode Islanders que «conocerán» más
noticias malas.
«No me sorprendería si el número de víctimas
fatales pasa de 100», dijo el gobernador a los reporteros,
temiendo que algunas de los lesionados en los hospitales pudieran
perecer de sus heridas.
Wolfgang Bauer, el administrador municipal de la localidad, ubicada
24 kilómetros al suroeste de Providence, la capital estatal,
también dijo que se temía que la cifra de muertos
aumentara.
El jefe de la brigada de bomberos de West Warwick, Charles Hall,
dijo que el lugar estaba repleto de personas cuando comenzó
el incendio y sugirió que muchos de los clientes podrían
haber muerto porque no estaban familiarizados con el lugar y sus
puertas de salida de emergencia.
«El club era nuevo para la gente. Debido a la naturaleza humana,
trataron de salir por el mismo lugar por el que habían entrado»,
explicó.
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