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Juan Pablo II le pidió
a Blair «esfuerzos» para evitar la guerra en Irak. |
EL VATICANO (Reuters/EFE/AFP).- El Papa Juan Pablo
II instó ayer al primer ministro británico, Tony Blair,
uno de los más firmes aliados de Washington en la crisis
iraquí, a que haga un esfuerzo para «impedir la tragedia
de la guerra». Sobresalió entre las noticias, lo que
afirmó luego el presidente norteamericano, George Bush: «las
Naciones Unidas tienen la última oportunidad para demostrar
su relevancia adoptando una nueva resolución que podría
despejar el camino para una invasión a Irak».
Desde la oficina del jefe de la Iglesia Católica, y durante
una audiencia que duró aproximadamente 30 minutos, el Papa
reiteró que «en la grave situación en Irak,
se deben hacer todos los esfuerzos para evitar nuevas divisiones
en el mundo», según el Vaticano en un comunicado.
Blair, que profesa la religión anglicana, estrechó
la mano al Papa y se sentó junto a él durante la reunión.
Al final de la audiencia, el sumo Pontífice, de 82 años,
recibió a Cherie Blair, esposa del primer ministro británico
y de religión católica, así como a sus hijos.
Frente a una intensa oposición en Gran Bretaña a una
acción militar encabezada por Estados Unidos en Irak, Blair
se ha convertido en el último dirigente mundial que visita
al Papa para hablar de la crisis.
Blair ha intentado hacer hincapié en lo que les une, alegando
que el Papa es «reacio a ir a una guerra, a no ser como último
recurso. Esa es también mi postura».
«Obviamente conozco los puntos de vista del Papa y son muy
claros», dijo el viernes cuando se le preguntó por
la audiencia. «Sin embargo, existe una dimensión moral
también a esta cuestión. Si fracasamos en desarmar
a Saddam Hussein de forma pacífica, ¿dónde
queda la autoridad de Naciones Unidas?».
El Vaticano instó a todas las partes a que colaboren con
las Naciones Unidas para «impedir la tragedia de una guerra
que muchos pensamos que aún se puede evitar».
El Papa, que ha recibido también en las últimas semanas
al secretario general de la ONU, Kofi Annan, y al viceprimer ministro
iraquí, Tareq Aziz, ha dicho que cree que un conflicto en
Irak podría desembocar en terrorismo y asesinato de civiles.
El decidido apoyo de Blair al presidente estadounidense Bush, en
su belicista postura respecto a Irak, es poco popular en su país,
como se demostró durante la manifestación contra la
guerra de más de un millón de personas en las calles
de Londres el sábado pasado.
Cooperación
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica
de la ONU, Mohamed ElBaradei, dijo ayer que el gobierno de Saddam
aparentemente ha comprendido que existe una creciente amenaza de
ataque y ha mejorado su grado de cooperación con los inspectores
de armas.
ElBaradei hizo sus declaraciones a la revista alemana Der Spiegel.
Sin embargo, todavía no está completamente satisfecho
con la cooperación iraquí.
Bush presiona a ONU por otra resolución
CRAWFORD, Texas (Télam-SNI).- El presidente
estadounidense George Bush dijo ayer que no está dispuesto
a esperar dos meses a que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe
una nueva resolución sobre Irak, al tiempo que Saddam Hussein
declaró que la batalla que se anuncia permitirá a
los iraquíes recobrar su orgullo.
Bush consideró que «el tiempo es corto», durante
una conferencia de prensa conjunta que ofreció en su rancho
tejano con el presidente del gobierno español, José
María Aznar.
«Esta es la oportunidad para que el Consejo de Seguridad demuestre
su relevancia, y creo que el Consejo de Seguridad (que debe generar
un nuevo informe a inicios de semana) demostrará su relevancia
porque Saddam Hussein no se ha desarmado», explicó.
En tanto, la agencia iraquí Ina informó que el presidente
de Irak, Saddam Hussein, dijo que la batalla que se anuncia con
EE.UU. «permitirá decidir numerosas cosas y la nación
podrá recobrar su orgullo y su papel».
«En 1991, nos atacaron y nadie dijo una palabra. En este momento,
hay manifestaciones en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania
y otros países», continuó Saddam Hussein.
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