Por ALEJANDRO LOPEZ

NEUQUEN.- A medida que el proceso eleccionario capitalino se acerca al día «D», todos los actores continúan mostrando cada una de sus cartas de manera de llegar al 2 de marzo con el mayor caudal político posible. La ansiedad se apoderó de candidatos, asesores y gran parte de la prensa que desde este día y hasta el último domingo del primer test electoral también aparecerá involucrada en el desenlace de lo que ya muchos definen como la bisagra del futuro político provincial.
El escenario, entonces, es más que propicio para lanzarse a embarrar la cancha de los contendientes. Buena parte de la oposición al MPN se apresta a quemar sus naves en beneficio del candidato a intendente radical, Horacio Quiroga. Sabe que el futuro político de gran parte de ellos está ligado al resultado de los comicios municipales capitalinos. Entonces, se tratará de hacer todo para que «Pechi» siga.
Pero la forma de lograrlo es algo que preocupa sobremanera al candidato radical. Algunos, con el afán de sumarle votos, no están más que dificultando los esfuerzos que el actual intendente viene realizando en su pelea por mantener cautivo a una parte del electorado independiente, según se apreció en charlas de la carpa chica del candidato a la reelección.
El grado de enfrentamiento que distintos referentes del peronismo y el felipismo muestran para con el sobichismo es lo que hoy molesta y mucho a la carpa chica de Quiroga. «Las declaraciones de Vaca Narvaja -Gustavo- no nos suman nada más que el rechazo del sector independiente», explicaba un dirigente radical de peso que rechazaba la forma en que la minoría felipista utiliza la figura de Quiroga para jugar en la interna que mantienen con Jorge Sobisch.
De la misma forma se manifiestan cuando evalúan el discurso del ahora candidato a gobernador por el PJ, Sergio Gallia. A pocos días del día «D», los operadores del candidato a intendente radical, asumen por lo bajo que «salvo el impacto mediático inicial, en lo demás el frente Unión por Neuquén deja mucho que desear». Hojean encuestas y relevamientos de los barrios más poblados del oeste capitalino en los cuales se nota el crecimiento del candidato a intendente del MPN, Federico Brollo. Y el temor se apodera del radicalismo capitalino cuando ven que los socios de Unión por Neuquen, hasta el momento han hecho muy poco en la pelea cuerpo a cuerpo buscando el voto en los barrios.
Mientras Quiroga, su esposa Marlene Velásquez y sus operadores políticos Marcelo Inaudi y Oscar Smoljan redoblan esfuerzos para pelear palmo a palmo en cada barrio de la capital; PJ, MID y la minoría felipista no han mostrado el poder movilizante que prometieran el día que se presentaron unidos al sillón del intendente.
Ni hablar si se pregunta sobre la financiación de la campaña proselitista que el candidato radical montó a lo largo y ancho de la ciudad. «Hasta este momento sólo se mostraron para la foto y es como que desde el living de nuestra casa se dedican a librar su propia guerra contra Jorge Sobisch», explicó la tarde del viernes uno de los hombres de estrecha confianza de Quiroga.
El quiroguismo nota que los militantes del MPN ganan terreno en los principales barrios capitalinos, mientras sus socios políticos no tienen fuerzas para contrarrestar tamaño despliegue proselitista. El círculo íntimo del actual intendente sabe que tiene muy pocos días para corregir este problema, y se calcula que los próximos días serán clave para exigir a los socios ocasionales felipistas que desistan de mezclar la actual campaña electoral con viejas diferencias emepenistas.
Mientras que al peronismo le pedirán que muestren la capacidad movilizadora que decían acompañaría al candidato en cada una de sus irrupciones barriales. De no lograrlo, la dirigencia radical, entiende que será muy difícil retener el gobierno de la ciudad.
Hoy, o a más tardar en estos próximos días, se comenzará a hablar en serio de todo esto, cuando se reúnan Sergio Gallia y Horacio Quiroga, y se empiece a diagramar la instancia última y clave de la campaña para enfrentar a Brollo en la capital provincial.