EL BOLSON.- La alta
cantidad de casos de abuso sexual que se registró el año
pasado -tan sólo en el área de Promoción Familiar
se trabajó sobre veinte casos, casi dos por mes- moviliza
a las autoridades provinciales y locales. Una red de instituciones
locales prevé realizar talleres con maestros antes del inicio
de las clases.
«La cantidad de casos es altísima teniendo en cuenta
la cantidad de habitantes de nuestra ciudad y sólo contando
los que nosotros registramos, a esos hay que sumar los que son atendidos
directamente por el personal del Hospital y en otras áreas»,
comentó Silvia Ceballos, una psicóloga que integra
la unidad ejecutora local para la atención de la violencia
familiar.
Veinte casos en los últimos once meses, con víctimas
de entre los 3 años de edad hasta los 17, de distinta condición
social pero concentradas geográficamente en los barrios más
humildes, parecen justificar que la atención de las autoridades
provinciales haya dispuesto la conformación del equipo de
profesionales para atenderlos y el desarrollo de un plan piloto
que se desarrolla exclusivamente en esta localidad.
Ceballos explicó que «el proyecto procura prevenir
a través de una sensibilización y capacitación
de grupos de jóvenes, referentes barriales y de otros adultos
que trabajan con niños y adolescentes», al detallar
la estrategia que sigue el organismo para detectar y tratar los
casos.
Los especialistas involucrados en la tarea de detección precoz
recuerdan en cada ocasión disponible que la ley provincial
3097 establece que la denuncia puede ser anónima y que -para
los docentes por ejemplo- es obligatorio denunciar los casos que
se conozcan o sospechen, lo que implica penalizaciones en caso de
omisión.
Condenado
La localidad aún recuerda el caso de Luis Fernández,
el propietario de una empresa de transporte de pasajeros detenido
en abril de 2000, y condenado un año más tarde, luego
de que cinco familias lo denunciaran por haber accedido carnalmente
a otras tantas niñas de entre 7 y 11 años, todas procedentes
de hogares muy humildes.
Pocos días antes, por un delito idéntico, aunque reducido
al ámbito familiar, había sido encarcelado uno de
los choferes de la empresa.
En la instrucción de la causa se confirmó que Fernández
medraba con la situación económica de las familias
a quienes ayudaba con ropas y alimentos.
En los alegatos el defensor solicitó la declaración
de inimputabilidad debido a «alteraciones morbosas de sus
facultades mentales».
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