NEUQUEN.- Si algo caracterizó
al 2002 fue la cantidad de asentamientos irregulares que se produjeron
en Neuquén. Según un informe reciente proporcionado
por la Dirección Municipal de Tierras Fiscales, hubo 14 usurpaciones
de tierras. En total, fueron 1.184 las familias que optaron por
este método para procurarse un sitio donde vivir sin tener
que pagar por un terreno o esperar la construcción de nuevos
planes estatales de viviendas.
Pero además de los usurpadores «recientes», había
en esta capital 567 lotes en proceso de regularización; 400
grupos familiares asentados en sitios que están siendo estudiados
para saber si es factible entregarles esas tierras o es necesario
trasladarlos a otro lugar y 377 usurpadores cuyo destino ya está
decidido: deben ser relocalizados. Es decir que, en total, existen
2.528 familias que participaron y aún forman parte de las
masivas ocupaciones de terrenos en Neuquén.
Sin desconocer la presencia histórica de este hecho social
en la expansión y configuración urbana de la ciudad,
«estos datos hablan de una recurrencia y celeridad nunca antes
registrada en Neuquén», advirtieron los profesionales
que tuvieron a su cargo la elaboración de ese informe.
Una característica distintiva de los asentamientos en la
última década, fue la cantidad de parejas jóvenes
o adolescentes con hijos de corta edad: llegaron a representar el
36 por ciento en algunas tomas. Otro detalle que no pasó
desapercibido para los profesionales fue la cantidad de migrantes
que optó por una toma de terrenos para vivir en Neuquén.
Los asentamientos irregulares proliferaron sobre tierras fiscales,
espacios verdes y, en menor grado, sobre baldíos. Se ubicaron
no sólo en el oeste de la ciudad si no en el barrio Confluencia
y hasta en Santa Genoveva.
Expansión
El auge que han tenido las tomas durante el 2002 se explicó
en parte por el incremento poblacional que tuvo Neuquén en
la última década. Y también por las características
de la gente que llegó aquí para radicarse: en su mayoría
son migrantes que llegaron en busca de una oportunidad laboral y
al no conseguir más que algún plan de empleo o una
changa, decidieron quedarse porque eso era más de lo que
podían aspirar a tener en su lugar de origen.
El departamento Confluencia es el de mayor concentración
poblacional. Tiene el 66.5 por ciento del total de habitantes de
la provincia. Según datos preliminares del Censo 2001, en
esta capital hay 202.518 habitantes, lo cual implica que en el período
intercensal 1991/2001 incorporó 33.428 pobladores y continúa
siendo la ciudad que mayor aporte hizo al crecimiento poblacional
del departamento y la provincia.
De acuerdo con la información recabada en el Registro Civil,
13.093 personas hicieron el cambio de domicilio en esta ciudad entre
el 2001 y el primer trimestre del 2002. Ello implica un promedio
mensual de 873 personas radicadas aquí.
En cuanto al lugar de origen de estos nuevos pobladores, la mayoría
proviene de Río Negro. A ellos les siguen tucumanos, formoseños,
mendocinos y extranjeros, «sobre todo bolivianos que han suplantado
a las tradicionales olas migratorias procedentes de Chile»
que caracterizaron las décadas del ’80 y mediados del
’90.
Esta migración forzada tiene varias causales, aunque «todas
están relacionadas con las crisis regionales que contribuyeron
al quiebre de los sistemas educativos, de salud y las redes sociales
de sus lugares de origen» afirmaron los profesionales del
municipio en su informe.
Dos medidas para sustentar un plan
NEUQUEN.- Por la gran demanda habitacional que
tenía y aún tiene Neuquén, en el municipio
se trazaron dos líneas de acción destinadas a planificar
el crecimiento de la ciudad y atender la demanda de la gente de
menos recursos. Nacieron así los «loteos sociales»
y la relocalización de los ocupantes que se habían
instalado en sitios considerados peligrosos como los cañadones
pluvioaluvionales.
Durante esta fase de la política de reordenamiento habitacional
se regularizaron 1.878 lotes en distintos barrios de la ciudad,
gracias a tareas que incluyeron la normalización del estado
dominial de las viviendas que carecían de escritura y la
instalación de las redes de agua, luz, gas y cloacas -de
acuerdo a las necesidades de cada caso-, así como de la apertura
de las calles inexistentes.
Tras la creación de los loteos sociales se abrió un
registro de postulantes a tierras, merced al cual ya fueron entregadps
454 lotes y más de mil inscriptos están a la espera
del suyo.
Algunos están cerca de tener un
lote
NEUQUEN.- De las 2.528 familias que están
usurpando lotes en Neuquén, hay 567 que están muy
cerca de ver regularizada su situación. Se trata de aquellos
grupos familiares que participaron de ciertas tomas que ya han sido
relevadas por el personal municipal y se ha determinado que es factible
urbanizarlas para asegurarles el acceso a los servicios básicos.
Los asentamientos que están actualmente en proceso de regularización
son los sectores 199 y 200 del barrio Cordón Colón
Sur, donde están instaladas 112 familias sobre una fracción
municipal; la toma Eben Ezer, donde 62 viviendas precarias se instalaron
sobre un predio que pertenece al IPVUN y al gobierno de esta ciudad;
Huertas Comunitarias está conformada por 179 familias que
se asentaron en una parcela comunal al igual que los 75 grupos familiares
que se instalaron en Puerto Argentino y los 60 que se afincaron
en Cordón Colón Norte. «Nuestra Esperanza»
es otra toma que funciona sobre una fracción de tierra perteneciente
al IPVUN, detrás del barrio Cuenca XV. Allí habitan
ahora 48 familias. Esto, sumado a las 31 familias que viven en el
Morro Pacífico, totaliza 567 lotes en proceso de regularización.
Quedan en estudio el asentamiento de 320 familias en Los Hornos
y 80 familias en Saavedra y Río Senguer.
Luchan por acceder a servicios
NEUQUEN.- La toma más reciente que se realizó
en Neuquén está ubicada en el corazón del barrio
Belgrano y se llama La Familia. Allí viven 220 familias que
tienen una necesidad urgente: obtener agua potable. Mientras usurpen
el amplio predio adonde estaba previsto construir el nuevo edificio
para la legislatura provincial, se les dijo que no obtendrán
ningún servicio público.
La semana pasada fueron a pedir ayuda a los diputados provinciales
con la convicción de que si ellos desistían de construir
allí la nueva legislatura, el IPVU estaría en condiciones
de entregarles esas tierras. Con la tenencia de aquellos lotes,
podrían acceder al agua y al resto de los servicios de los
cuales se nutren hoy merced a conexiones clandestinas según
ellos mismos admiten.
En caso de que los legisladores provinciales no les gestionen una
respuesta acorde con lo que han peticionado, anunciaron que insistirán
con sus pedidos y abandonarán la pelea pacífica que
han venido realizando para adquirir una posición más
dura, no por el uso de la violencia si no por la continuidad y la
insistencia en los reclamos.
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